Los tatuajes japoneses tienen una historia milenaria, muy antigua, y muy vinculada a las clases bajas y el crimen. Sobre todo al crimen organizado, con nuestros queridos y nunca bien ponderados Yakuza, la mafia japonesa que se caracteriza por sus diseños de tatuajes.
Pero esta asociación tiene sus orígenes, puesto que al comienzo se tatuaba a los criminales y personas de castas bajas para identificarlos. Esto se arrastró como signo de identidad a todo el bajo mundo, lo que luego fue directamente a parar a los Yakuza.